El buscador es la persona que busca... no necesariamente la que encuentra. Escribamos más a pluma, de las de tinta rápida y punta rasgante. Detengámonos en las letras en las que se pueda incorporar una filigrana o un bucle exagerado.
Dibujemos lo que vimos, subrayemos lo que sentimos y eliminemos los márgenes.
No cuadriculemos, extrapolemos conclusiones hasta que parezcan inverosímiles.
Respetemos sólo espacio y tiempo y nunca escribamos FIN.
De esa forma, nuestra libreta parecerá mas llena, nuestras vidas parcerán menos vacías y nuestras lápidas... rezarán más de diez años.
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