viernes, 27 de abril de 2012

Arte Urbano

Coge tizas de colores vivos. De la caja, quita todos los tonos apastelados. Escoge una parcela de cemento liso y sitúa una gorra para it depositando tu autocomplaciencia. Empieza dibujando viernes por la noche, bolsas de gominolas para estudiar, cañas improvisadas, domingos en la cama y canciones de verano.
Ahora sientate, sonríe y memoriza. Y espera a q llueva. Porque lloverá.

sábado, 14 de abril de 2012

piensas que aveces la vida te da un NO tajante y rotundo, cuando a lo mejor sólo t está pidendo que esperes. Eso, o de verdad es NO. En cualquier caso, las hostias contra paredes de ladrillo ha sido siempre lo mio.

viernes, 6 de abril de 2012

Cómprame una mouleskine

El buscador es la persona que busca... no necesariamente la que encuentra. Escribamos más a pluma, de las de tinta rápida y punta rasgante. Detengámonos en las letras en las que se pueda incorporar una filigrana o un bucle exagerado.
Dibujemos lo que vimos, subrayemos lo que sentimos y eliminemos los márgenes.
No cuadriculemos, extrapolemos conclusiones hasta que parezcan inverosímiles.
Respetemos sólo espacio y tiempo y nunca escribamos FIN.

De esa forma, nuestra libreta parecerá mas llena, nuestras vidas parcerán menos vacías y nuestras lápidas... rezarán más de diez años.

miércoles, 4 de abril de 2012

tabernas de batalla

tiempo largo y tendido buscando una taberna de Maximo. Todo para que Tony la encuentre en un sofá y una mesa llena de cervezas vacías. y es entonces y sólo entoces, con las últimas cuatro cartas de la noche y a puerta cerrada, cuando dices lo que tienes que decir. O lo que tienes que ver. O contra lo que te queda por luchar.
Contra lo que te queda por luchar.

domingo, 1 de abril de 2012

Se me había olvidado por completo qué era una domingo por la mañana. No recordaba la sensación de un despertar sin despertador, ni de comenzar a plantearte a los 15 minutos de remoloneo colchonil qué cojones haces hoy con tu vida.
Es por eso que me dio esa sensación de ingravidez momentánea que te producen los Deja Vù, y que te traen viejos olores a tostadas quemadas y mantequilla derretida, y de quien las preparaba para los cuatro.
Quiero pensar que son señales de andar recto de vez en cuando. Yo. Que no creo en nada.


jueves, 22 de marzo de 2012

Nos vemos en el peaje.

Dicho y hecho. Por si quedaban dudas. Levantarse, con o sin ayuda, parece más fácil cuando ya está hecho. Intentaré recordarlo.
Mientras tanto, un calvo si os adelanto.

lunes, 6 de febrero de 2012

180

Hoy empiezo y termino. Y así lo que me quede. Mañana empiezo y termino. Y lo que importa que se quede y lo que no, no va a acumular más polvo, que cuando se ve de lejos me da por limpiarlo y nunca termino... Y hoy empiezo y termino.



domingo, 29 de enero de 2012

Yo te regalo una armadura oxidada

Mañanas de biblioteca perdidas en mi egocentrismo. En basar mis preocupaciones en sinsentidos e imposibles que me he encargado personalmente de alimentar con autoengaños.
Eres el de siempre y vas a seguir cagándola. Si es que no me escucho.


sábado, 28 de enero de 2012

EL ÚLTIMO QUE CIERRE


¿Por qué los días que más rápido debían terminar son en los que más se resisten a que acabemos con ellos? A pesar de la calefacción hoy se agradece un edredón doble y un pijama que nunca me pongo. Hoy me escondo debajo. El sueño quizás llegue en algún momento. Si me lo devuelvo.



jueves, 26 de enero de 2012

Juventud, jodido tesoro

Estimado Sr. de Seguridad del Supermercado de mi pueblo,


Lo siento. Sé que hoy no llevaba la mejor de las pintas. Ayer fue un duro día de biblioteca encerrado desde las nueve de la mañana, y a las ocho  y media de la tarde, después de haberme manoseado el pelo doscientas veintiocho veces por el estrés y ojeras de madrugar a base de cafés mi imagen podía dar lugar a equívocos. A eso súmale el que te llame tu madre para sacarte del ensimismamiento de la fisiopatología para que le ayudes a cargar la compra.
También sé que usted hace su trabajo. Y con los tiempos que corren, casi es mejor seguir instrucciones al pie de la tabla, de eso no me cabe la menor duda,  más cuando de eso come una familia. Si le han dicho gracias a estas maravillosas leyes no reformadas que se puede obligar a dejar una bolsa pero no un bolso de sra., me parece coherente y necesario que se cumplan las medidas de seguridad del centro. Si no estuviera dispuesto a asumirlas compraría en otro sitio, está claro.
Tan sólo le pido que entienda mi situación. Tengo 21 años, estudio una carrera y trabajo cuando hay donde y hay tiempo para poder pagarme mis extras más allá de lo que supone vivir con tu familia. Dentro de lo que cabe procuro no salirme demasiado de lo establecido por las conductas socialmente aceptadas y rara vez infrinjo la ley más allá de ver una peli en un servidor que no sea megaupload o beberme una cerveza en la calle.
Y sin embargo usted me ve entrar con mi mochila, cargada hasta arriba de libros, apuntes y latas de redbull vacías, y de lejos me mira, se acerca hasta una distancia de al menos 7 metros y me grita de forma que todas las personas de la caja puedan oírlo adecuadamente: - Eh! tú! chaval! la mochila fuera me oyes!?
Todos tenemos un mal día. Pero los dos sabemos que no es la primera vez. No es la primera vez que avergüenza a un cliente joven en público con sus modales desavenidos ni que permites pasar con una maleta a un hombre trajeado justo detrás. Ni que me persigues por los pasillos con la mirada mientras busco a mi madre o hago cola en la carnicería.
Sólo pido un poco de respeto por aquellos que aún intentamos hacer las cosas bien. Yo intento acordarme de dejar la mochila fuera por esa norma no escrita en ningún lado que hay en el supermercado.
Tu intenta pensar en personas civilizadas y en mostrar un poco de educación hacia los demás.

miércoles, 11 de enero de 2012

Pastilla roja.

Nunca se va. Todo hay q reconocérselo, se esconde de puta madre. Tanto que, aunque sabes a ciencia cierta q sigue ahí, terminas olvidándolo y volviendo a sonreir. Hasta el punto de llegar a preguntarte si de verdad alguna vez existió.
 Y es ese momento el que llevaba esperando desde hacia años. Ese momento en el que la fuerza de la gravedad tira inexpicablemente de tus hombros hacia abajo, en el que las manos que te tocan parecen congeladas y las palmaditas en el hombro te generan una sonrisa políticamente correcta en la que sepultar tus instintos asesinos. Cuando la falsedad de todo lo que te rodea se convierte en números verdes que caen en cascada y dejas de ocultarte en un rincón de tu mente en posición fetal y tapándote los oídos.
Entonces señala.
Y tú asientes, como si de verdad en algún momento de tu vida de verdad lo hubieras asumido.
Pero no lo has hecho.


miércoles, 4 de enero de 2012

DERËK

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, las esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

Rayuela, de Julio Cortázar. Capítulo 68.

Himno a la vida

QUEDA PROHIBIDO !
Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.
Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.
Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.
Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro.
Queda prohibido echar a alguien de menos sin
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen mas que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.
Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

atribuido a Pablo Neruda

Me encanta que los flanes salgan bien

Hay pocas sensaciones comparables a que los flanes te salgan bien... no sólo cuando los prepara uno, sino también cuando los sacas de las tarrinas con pestañita al vacío. Que no se quede la mitad del flan dentro del molde y salga entero, con el caramelo por encima. Da igual que luego no te lo comas. La sensación ya está ahí. Y el caso es que no requiere ninguna técnica. Sencillamente sale. Y punto. Pocas cosas sin técnica salen bien. Sólo me salen otras dos. Y sólo una tiene que ver contigo.